Sentado cerca de la orilla del agua, observé la laguna que supuestamente estaba embrujada, la historia que me habían contado sobre ese lugar era tenebrosa pero estando allí, después de evitar ese lugar durante años, concluí que solo se trataba de un cuento fantasioso, algo inventado. La pesca era tan buena en ese lugar que tal vez algún pescador egoísta había inventado aquella historia .
Llegó la noche y empecé a preocuparme porque atravesar el monte a oscuras es peligroso, existe el riesgo de perderse, ademas de la posibilidad de encontrarse con víboras u otros animales salvajes.
Con la linterna en la mano atravesaba rápidamente el bosque, pero repentinamente se escucharon voces y gritos de la laguna, se escuchaban niños llorando, al apuntar con la linterna al agua, veía cabezas de niños sobresaliendo de la superficie, estos se iban acercando cada vez más y ya casi en la orilla estiraban sus brazos, aún completamente enloquecido del miedo me dí cuenta de algo, no se dirigían hacia mí, sino a algo que estaba detrás mio, al voltear observé...la aparición de su madre, la que ahogaba a sus hijos como ofrenda al diablo, ella me empujó a la laguna, tragué algo de agua pero pude salir, tosiendo y aterrado me alejé de la laguna lo más lejos posible.
Sin darle importancia a las ramas y espinas que se cruzaban a mi paso, comencé a correr con la esperanza de llegar a mi hogar, luego de varias horas y una larga noche pude encontrar mi casa.
Desde ese entonces conté mi aventura vivida a todos en el pueblo, aunque muchos no me creyeron porque para ellos mi relato era "SOLO UN CUENTO".
Autor: Tito Puentes