Manuel caminaba bajo la lluvia, sumergido en sus pensamientos. Volvía del entierro de Jorge, su mejor amigo.
Quizá debió decirlo a tiempo… pero ¿Quién le iba a creer? unos días antes había tenido un sueño en el que veía como Jorge sufría un accidente de transito en la autopista. Así fue como su amigo falleció: una falla mecánica en los frenos, según decían, lo hicieron perder el control del vehículo que impacto de frente a un camión. Así fue como la vida de Jorge, un joven de 26 años, se apago en un instante.
Manuel no le había prestado atención a su sueño, lo había borrado de su mente como a una pesadilla cualquiera. Pero ahora sentía que la culpa lo invadía: el día del accidente el había visto a Jorge, habían cenado juntos a la salida del trabajo y se habían despedido sin saber que esa era la ultima vez que se iban a ver. Se arrepentía de no haberlo prevenido, de no haberle comentado, aunque sea, su sueño… seguramente Jorge se reiría de el y no le abría hecho caso, pero por lo menos no sentiría que pudo haber hecho algo y no lo hizo. Pero ahora ya era demasiado tarde.
Cosme Fulanito
